El último domingo cerramos otro año más en Centenera enfrentando nada más y nada menos que a Sao Caetano (el equipo más grande de la historia de Centenera) por una de las semifinales de la Copa Clausura 07. Finalmente fue derrota de nuestro equipo por 3 a 2, sin embargo La Banda del Facha mostró un altísimo rendimiento y supo poner nervioso y hacer transpirar al campeón durante todo el partido, que a pesar de no contar con algunas de sus principales figuras, siempre impone el máximo respeto.
Todos pensaban que el partido sería un simple trámite para el campeón pero no podían estar más equivocados. Durante el primer tiempo la banda mostró su mejor faceta y con un excelente rendimiento colectivo e individual sorprendió al campeón con un gol de Ricardo Pintos a la salida de un corner. La sorpresa fue aun mayor cuando Nicolás Kessel, desparramando a cuanto rival se le cruzara por el camino, marcara con un golazo el segundo del partido (y el gol Nº 100 de su carrera). Fer González y Javi Benítez se cansaban de recuperar pelotas, Nico Kessel ordenaba al equipo y armaba juego desde el fondo, Ricky Pintos corría como un defensor más y Matías Avila, quien no estaba en su plenitud física, colaboraba como podía. Nadie podía creer lo que estaba sucediendo. El humilde equipo del facha, aquel que toda su vida militó en el ascenso y que recién el año próximo pisará primera, ponía contra las cuerdas a Sao Caetano. Con el resultado de 2-0 a nuestro favor finalizó la primera etapa. En el entretiempo nos mirábamos sorprendidos. El recuerdo cercano de las victorias de los humildes Tigre, Arsenal y Lanus acrecentaban nuestras esperanzas. Sin embargo el esfuerzo físico que hicimos en el primer tiempo y el oficio de campeón de Sao saldrían a relucir en la segunda mitad. El campeón, como un león herido en su orgullo, al ver que un equipo chico le mojaba la oreja, sacó su chapa y nos tiró sus siete títulos encima. Nuestros jugadores ya no podían mantener el ritmo del primer tiempo ante rivales de la categoría de Sao y por eso nos replegamos en nuestro campo más que nunca. Entre los palos, la mala puntería de “los brasileños”, la gran actuación de Hernán Di Rosa y el sacrificio y corazón de nuestros jugadores aguantamos la embestida, pero el campeón es el campeón, y con su oficio y jerarquía logró primero descontar y luego empatar. Con el empate 2-2 se vislumbraba una goleada que finalmente no sucedió. La Banda del Facha respondió en dos oportunidades, primero con un remate de Ricky Pintos por arriba del arquero que el defensor logra despejar en la línea y después con un tiro libre de larga distancia de Nico Kessel que el arquero rechazó casi de adentro del arco cuando todos ya gritaban gol. Se acercaba el final del partido pero Sao no quería ir a los penales y faltando solo 3 minutos llegaría el gol de la victoria para los campeones, quizá en la única desatención defensiva de la banda. Así y todo habría tiempo para que el arquero de Sao realzara su figura tapando de manera espectacular un mano a mano en la última jugada del partido. Finalmente el resultado fue una dignísima derrota por 3-2 que cierra un año brillante ante el mejor equipo de todos los tiempos. Seguramente nos queda un sabor amargo porque la hazaña estuvo muy cerca. Cuando muchos apostaban por cuantos goles perderíamos, sorprendimos a propios y extraños con un partidazo ante lo mejores, que no hace mas que ratificar este gran momento. Además este partido nos deja con grandes expectativas de cara al próximo Torneo Apertura de primera división de Centenera.
Se fue otro año más. Ya habrá tiempo de hacer un balance y de pensar en todo lo bueno y lo malo que nos dejó. Seguramente serán más las cosas lindas que feas. Por lo pronto a descansar y a recuperar fuerzas para el próximo 6 de enero, día en el que la pelota vuelva a rodar y las ilusiones se renueven.
Todos pensaban que el partido sería un simple trámite para el campeón pero no podían estar más equivocados. Durante el primer tiempo la banda mostró su mejor faceta y con un excelente rendimiento colectivo e individual sorprendió al campeón con un gol de Ricardo Pintos a la salida de un corner. La sorpresa fue aun mayor cuando Nicolás Kessel, desparramando a cuanto rival se le cruzara por el camino, marcara con un golazo el segundo del partido (y el gol Nº 100 de su carrera). Fer González y Javi Benítez se cansaban de recuperar pelotas, Nico Kessel ordenaba al equipo y armaba juego desde el fondo, Ricky Pintos corría como un defensor más y Matías Avila, quien no estaba en su plenitud física, colaboraba como podía. Nadie podía creer lo que estaba sucediendo. El humilde equipo del facha, aquel que toda su vida militó en el ascenso y que recién el año próximo pisará primera, ponía contra las cuerdas a Sao Caetano. Con el resultado de 2-0 a nuestro favor finalizó la primera etapa. En el entretiempo nos mirábamos sorprendidos. El recuerdo cercano de las victorias de los humildes Tigre, Arsenal y Lanus acrecentaban nuestras esperanzas. Sin embargo el esfuerzo físico que hicimos en el primer tiempo y el oficio de campeón de Sao saldrían a relucir en la segunda mitad. El campeón, como un león herido en su orgullo, al ver que un equipo chico le mojaba la oreja, sacó su chapa y nos tiró sus siete títulos encima. Nuestros jugadores ya no podían mantener el ritmo del primer tiempo ante rivales de la categoría de Sao y por eso nos replegamos en nuestro campo más que nunca. Entre los palos, la mala puntería de “los brasileños”, la gran actuación de Hernán Di Rosa y el sacrificio y corazón de nuestros jugadores aguantamos la embestida, pero el campeón es el campeón, y con su oficio y jerarquía logró primero descontar y luego empatar. Con el empate 2-2 se vislumbraba una goleada que finalmente no sucedió. La Banda del Facha respondió en dos oportunidades, primero con un remate de Ricky Pintos por arriba del arquero que el defensor logra despejar en la línea y después con un tiro libre de larga distancia de Nico Kessel que el arquero rechazó casi de adentro del arco cuando todos ya gritaban gol. Se acercaba el final del partido pero Sao no quería ir a los penales y faltando solo 3 minutos llegaría el gol de la victoria para los campeones, quizá en la única desatención defensiva de la banda. Así y todo habría tiempo para que el arquero de Sao realzara su figura tapando de manera espectacular un mano a mano en la última jugada del partido. Finalmente el resultado fue una dignísima derrota por 3-2 que cierra un año brillante ante el mejor equipo de todos los tiempos. Seguramente nos queda un sabor amargo porque la hazaña estuvo muy cerca. Cuando muchos apostaban por cuantos goles perderíamos, sorprendimos a propios y extraños con un partidazo ante lo mejores, que no hace mas que ratificar este gran momento. Además este partido nos deja con grandes expectativas de cara al próximo Torneo Apertura de primera división de Centenera.
Se fue otro año más. Ya habrá tiempo de hacer un balance y de pensar en todo lo bueno y lo malo que nos dejó. Seguramente serán más las cosas lindas que feas. Por lo pronto a descansar y a recuperar fuerzas para el próximo 6 de enero, día en el que la pelota vuelva a rodar y las ilusiones se renueven.
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