El 2009 se está terminando, pero antes de meternos de lleno en los objetivos que nos deparará la nueva década no podemos cerrar el año sin hacer una reflexión de lo que nos dejó. Sin lugar a dudas, si tenemos que definir el año que está concluyendo, podemos calificarlo como un “año de transición”. Tras un 2008 que en su primer semestre había sido muy positivo pero con una última etapa del año para el olvido, con grandes dificultades futbolísticas y extrafutbolísticas, y con descenso a la “B” incluido, realmente era difícil presuponer como reaccionaríamos ante semejante golpe (el más importante sin dudas de nuestra historia).
Así comenzábamos, allá por enero del 2009, un nuevo año de vida participando por segunda vez en el torneo de verano, con la meta de prepararnos de la mejor manera para lo que seria nuestra nueva aventura en la segunda división. Dicho certamen veraniego comenzaría muy favorablemente en la fase de grupos (obteniendo 2 victorias y 1 empate y clasificando en 1er. lugar, obteniendo el pasaje a la Copa de Honor con los mejores equipos del torneo). En la segunda fase, la historia seria diferente. Serían 6 derrotas, algunas realmente vergonzosas, finalizando cómodamente en el ultimo puesto.
Así se ponía en marcha el Apertura 2009 con una gran incertidumbre acerca de lo que podíamos mostrar. Obviamente la imagen de nuestra institución por los resultados de los últimos meses estaba deteriorada, habiendo perdido un poco del prestigio ganado con mucho esfuerzo durante tantos años. Por eso era hora de poner en marcha el “operativo resurrección” para un equipo que no lograba levantar cabeza y atravesaba uno de sus peores momentos de la historia. Para esto necesitábamos del compromiso de todos, y con el objetivo de darle un salto de calidad al equipo también se cerró la contratación para la nueva temporada de Ezequiel De Luca, jugador que terminaría siendo determinante, convirtiéndose en una gran revelación. Finalmente el Apertura 2009, si bien fue muy irregular (7 victorias, 1 empate, 7 derrotas), alcanzaría para alzarse con la 8va. colocación, quedando muy cerca de obtener un pasaje a la promoción. Si bien no fue el mejor torneo, hay que decir que por momentos la Banda mostró destellos de buen fútbol, siendo superado futbolísticamente por pocos equipos, lo que deja a las claras que con un poco mas de suerte los resultados podrían haber sido otros. Lo importante es que la Banda recuperó en este torneo el calificativo de “equipo duro” y respetado por los demás, mas allá de que se pueda ganar, empatar o perder.
El segundo semestre nos encontraba con un equipo ya con otros objetivos, después de un Apertura, que si bien fue positivo, nos dejó con la espina clavada de haber podido aspirar a más. Ya no nos conformábamos con pelear en mitad de tabla sino que nos animábamos a pensar en una promoción. Pero a medida que pasaban las fechas y los resultados nos acompañaban, el objetivo de ascenso se fue convirtiendo rápidamente en sueño de titulo. Lamentablemente la ilusión duró hasta pasada la mitad del torneo, en la que llegamos a mantenernos algunas fechas en el podio y en zona de ascenso directo y a solo dos puntos de los líderes. No se sabe porque, el equipo en el sprint final del torneo se cayó drásticamente, teniendo algunos problemas para conformar el equipo, perdiendo puntos que no estaban en los planes y teniendo que conformarnos con un 6to. puesto (10 victorias, 6 derrotas) que nos depositó en la promoción, premio consuelo para un equipo que sin dudas estaba para más. La promoción disputada ante Combinado de Actores es historia conocida: 3-3 en la ida, 3-4 en la vuelta y otra vez el sueño de ascenso truncado por esa maldita instancia que tantos ascensos nos truncó que es la promoción.
En definitiva, más allá de que la herida de hace pocos días, por no haber logrado el ascenso, se mantiene abierta, podemos observar como la Banda, a lo largo de este año, fue de menor a mayor, lo que nos vaticina un futuro mas que prometedor y en el que muchos se animan a soñar en grande. Sabemos que tenemos equipo para conseguir cosas importantes y por sobre todo las experiencias vividas en el último año y medio (sobreponiéndonos a momentos muy malos) han hecho que la Banda haya ganado una madurez que puede ser la que en momentos decisivos incline una balanza. Confiamos en que el 2010 pueda ser finalmente nuestro año y sino se pueden conseguir los objetivos deportivos al menos estaremos conformes si podemos cumplir los objetivos humanos de compartir lindos momentos con amigos como lo hacemos desde hace casi 6 años en Centenera y varios mas fuera de torneo.
Les deseamos a todos unas muy felices fiestas junto a sus seres queridos y nos veremos en pocos días cuando la pelota vuelva a rodar en un nuevo torneo de verano y de comienzo otro año más de vida de nuestro querido equipo.
Así comenzábamos, allá por enero del 2009, un nuevo año de vida participando por segunda vez en el torneo de verano, con la meta de prepararnos de la mejor manera para lo que seria nuestra nueva aventura en la segunda división. Dicho certamen veraniego comenzaría muy favorablemente en la fase de grupos (obteniendo 2 victorias y 1 empate y clasificando en 1er. lugar, obteniendo el pasaje a la Copa de Honor con los mejores equipos del torneo). En la segunda fase, la historia seria diferente. Serían 6 derrotas, algunas realmente vergonzosas, finalizando cómodamente en el ultimo puesto.
Así se ponía en marcha el Apertura 2009 con una gran incertidumbre acerca de lo que podíamos mostrar. Obviamente la imagen de nuestra institución por los resultados de los últimos meses estaba deteriorada, habiendo perdido un poco del prestigio ganado con mucho esfuerzo durante tantos años. Por eso era hora de poner en marcha el “operativo resurrección” para un equipo que no lograba levantar cabeza y atravesaba uno de sus peores momentos de la historia. Para esto necesitábamos del compromiso de todos, y con el objetivo de darle un salto de calidad al equipo también se cerró la contratación para la nueva temporada de Ezequiel De Luca, jugador que terminaría siendo determinante, convirtiéndose en una gran revelación. Finalmente el Apertura 2009, si bien fue muy irregular (7 victorias, 1 empate, 7 derrotas), alcanzaría para alzarse con la 8va. colocación, quedando muy cerca de obtener un pasaje a la promoción. Si bien no fue el mejor torneo, hay que decir que por momentos la Banda mostró destellos de buen fútbol, siendo superado futbolísticamente por pocos equipos, lo que deja a las claras que con un poco mas de suerte los resultados podrían haber sido otros. Lo importante es que la Banda recuperó en este torneo el calificativo de “equipo duro” y respetado por los demás, mas allá de que se pueda ganar, empatar o perder.
El segundo semestre nos encontraba con un equipo ya con otros objetivos, después de un Apertura, que si bien fue positivo, nos dejó con la espina clavada de haber podido aspirar a más. Ya no nos conformábamos con pelear en mitad de tabla sino que nos animábamos a pensar en una promoción. Pero a medida que pasaban las fechas y los resultados nos acompañaban, el objetivo de ascenso se fue convirtiendo rápidamente en sueño de titulo. Lamentablemente la ilusión duró hasta pasada la mitad del torneo, en la que llegamos a mantenernos algunas fechas en el podio y en zona de ascenso directo y a solo dos puntos de los líderes. No se sabe porque, el equipo en el sprint final del torneo se cayó drásticamente, teniendo algunos problemas para conformar el equipo, perdiendo puntos que no estaban en los planes y teniendo que conformarnos con un 6to. puesto (10 victorias, 6 derrotas) que nos depositó en la promoción, premio consuelo para un equipo que sin dudas estaba para más. La promoción disputada ante Combinado de Actores es historia conocida: 3-3 en la ida, 3-4 en la vuelta y otra vez el sueño de ascenso truncado por esa maldita instancia que tantos ascensos nos truncó que es la promoción.
En definitiva, más allá de que la herida de hace pocos días, por no haber logrado el ascenso, se mantiene abierta, podemos observar como la Banda, a lo largo de este año, fue de menor a mayor, lo que nos vaticina un futuro mas que prometedor y en el que muchos se animan a soñar en grande. Sabemos que tenemos equipo para conseguir cosas importantes y por sobre todo las experiencias vividas en el último año y medio (sobreponiéndonos a momentos muy malos) han hecho que la Banda haya ganado una madurez que puede ser la que en momentos decisivos incline una balanza. Confiamos en que el 2010 pueda ser finalmente nuestro año y sino se pueden conseguir los objetivos deportivos al menos estaremos conformes si podemos cumplir los objetivos humanos de compartir lindos momentos con amigos como lo hacemos desde hace casi 6 años en Centenera y varios mas fuera de torneo.
Les deseamos a todos unas muy felices fiestas junto a sus seres queridos y nos veremos en pocos días cuando la pelota vuelva a rodar en un nuevo torneo de verano y de comienzo otro año más de vida de nuestro querido equipo.